Sin categoría / 4 agosto
Durante el año, el ritmo de vida puede dificultar la constancia en el estudio del inglés. Sin embargo, el verano ofrece algo muy valioso: tiempo. Al no tener la presión del trabajo o los estudios, puedes dedicar unos minutos al día a practicar inglés de manera más natural y sin agobios. Además, tu mente está más receptiva al aprendizaje cuando estás en un entorno relajado.
Aquí van algunas ideas sencillas que puedes aplicar desde ya para mantener tu inglés activo:
Estos pequeños hábitos te permitirán seguir avanzando sin necesidad de grandes esfuerzos.
En IML Granada ofrecemos cursos intensivos de inglés en verano diseñados para que avances de forma significativa en pocas semanas. Nuestros programas están pensados para adaptarse a tu ritmo, con horarios concentrados que te permiten seguir disfrutando del verano mientras mejoras tu nivel.
Podrás:
Incluso si no puedes asistir a clases durante el verano, mantener contacto diario con el inglés es fundamental. Leer, escuchar y hablar (aunque sea en voz alta contigo mismo) ayudan a que tu progreso no se estanque. La constancia, aunque sea ligera, marca la diferencia cuando llega septiembre.
Lo más importante es no sentir que aprender inglés en verano es una obligación. Piensa en ello como una inversión personal que puedes adaptar a tus planes. Ya sea con clases intensivas, recursos digitales o rutinas informales, puedes seguir mejorando sin dejar de disfrutar de tus días libres.
El verano es una gran oportunidad para seguir creciendo, también en tu nivel de inglés. Desde IML Granada te animamos a que aproveches este tiempo para avanzar, ya sea con nuestros cursos intensivos o con pequeños hábitos diarios.
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